Entrevistamos a Antonio Manzano, responsable de Renta Variable de Santalucía AM, sobre dónde invertir en 2023 en el mercado de acciones de empresas cotizadas.
Pregunta: Como punto de partida, el año que viene estaremos en recesión. En materia de inversión en renta variable, ¿qué activos y sectores son los más atractivos y de cuáles hay que huir?
Respuesta: De cara a un año 2023 que parece que puede ser recesivo, es necesario reflexionar sobre qué tipo de activos queremos mantener en cartera. Por la parte de inversión en renta variable, cabe destacar que, en años de recesión, al caer la demanda agregada, suelen ser aquellos activos más cíclicos los que peor comportamiento muestran. Por lo tanto, teóricamente, deberíamos huir de las materias primas, los bancos y todo aquel consumo que se puede considerar más discrecional. Es decir, autos, viajes, etc.
Sin embargo, nos enfrentamos a una posible recesión acompañada de una inflación que no cesa y, por lo tanto, se hace más complicado si cabe no estar invertido en sectores que, en principio, se deberían beneficiar de la inflación como es el caso de las materias primas o de una subida de tipos de interés, como es el caso de la banca.
Desde Santalucía AM animamos a nuestros inversores a mantener una visión de largo plazo y, por lo tanto, invertimos en las compañías ganadoras de hoy y de mañana. Buscamos mantener posiciones en compañías capaces de cubrir su coste de capital con holgura en todos los momentos del ciclo económico. Por lo tanto, siempre nos mantenemos alejados de compañías cíclicas que solo cubren sus costes de capital de manera muy puntual.
En cuanto a los sectores que teóricamente se ven más beneficiados encontraríamos aquellos que se sitúan en el otro lado del espectro. Es decir, los que suelen mostrar una demanda mucho más estable. Hablamos de los sectores farmacéuticos, las utilities o los de consumo no discrecional como pueden ser la alimentación y bebidas. Es decir, aquellos sectores necesarios. En muchos de ellos identificamos el tipo de compañías que otorgarán mejores rentabilidades.
¿Qué podemos esperar del comportamiento de la renta variable en 2023? ¿Seguirá la misma tendencia de caídas y volatilidad de 2022 o hay elementos que puedan indicar algún cambio de tendencia?
Es imposible acertar la dirección de los mercados. De hecho, si algo se ha demostrado en los últimos años es que, incluso sabiendo las noticias del día siguiente, una decisión de inversión basada en esa información habría llevado a un movimiento erróneo. Es probable, sin embargo, que la renta variable siga mostrando elevada volatilidad y alguna caída mientras los tipos de interés no encuentren su nivel de estabilidad. Ahora bien, en una inversión en renta variable no se debe perder de vista el largo plazo, ya que es la única manera de invertir.
Para un inversor a largo plazo, las caídas que hemos vivido (y sufrido) en 2022 abren la posibilidad de lograr muy buenas rentabilidades en su vida inversora. Las bolsas han vuelto a cotizar a múltiplos más razonables y las buenas compañías están facilitando un punto de entrada magnífico.
En conclusión, pese a lo incierto que parece el futuro, identificamos ya valoraciones atractivas, en compañías de calidad dentro de nuestro universo de inversión. No sabemos si estos niveles son el “suelo” del mercado, pero sí sabemos que invirtiendo en buenas compañías a precios razonables lograremos muy buenas rentabilidades.
En renta variable, ¿en 2023 qué sectores y zonas geográficas son los más atractivos para invertir y por qué?
Decantarse por una zona geográfica a la hora de invertir en renta variable siempre se nos hace complicado, ya que se suele caer en el análisis simplista de ver qué bolsas, índices o países cotizan más baratos en términos de un múltiplo elegido y concluir el análisis. Hay muchas razones por las que los índices cotizan a distintos múltiplos, que pueden ir desde la composición de los mismos a las primas de riesgo que aplica el mercado a un país en un momento concreto. En esos agregados el mercado suele ser bastante eficiente.
En Santalucía Asset Management nos decantamos por realizar un análisis más bottom-up, para invertir en compañías de calidad. Estamos plenamente convencidos de que mantener una cartera invertida en compañías con altas rentabilidades sobre su capital empleado protegidas por barreras de entrada, con crecimiento estructural y capacidad de reinvertir sus flujos de caja seguirá siendo la estrategia más rentable en el largo plazo.
La búsqueda de este tipo de compañías nos ha llevado a estar más invertidos en sectores con ese crecimiento estructural donde destacan compañías de equipamiento sanitario (como Coloplast, Smith & Nephew y Essilor Luxottica), servicios de IT (Amadeus, SAP, Nagarro), pasando por medios de pago (Worldline), consumo (L’Oréal) y lujo (LVMH).
¿Qué consejos y recomendaciones ofrece al inversor?
Dar consejos a un inversor sobre qué hacer con su dinero siempre es complicado, ya que depende en gran parte del perfil de riesgo y, por lo tanto, del tipo de activo en el que se encuentra más cómodo. No es ningún secreto que el mejor retorno a largo plazo proviene de la inversión en renta variable. Es más, los mejores retornos se obtienen de mantener una inversión de largo plazo en renta variable. Es decir, la búsqueda de niveles de entrada y salida suele llevar a equivocaciones, destruyendo una parte de interés compuesto que se logra en una vida inversora.
Es por ello por lo que la mejor recomendación es ignorar el ruido y seguir una estrategia estable, que puede ser (por ejemplo) de aportaciones periódicas al fondo elegido. Siempre vamos a encontrar razones para no estar invertidos, si es que las buscamos. Momentos como la crisis de deuda soberana europea (Grecia, Irlanda, primas de riesgo…), el Brexit, la victoria de Trump o la pandemia llenaban el argumentario de razones para no invertir y nos habrían alejado de retornos muy buenos en la última década.
Si quieres conocer las perspectivas de inversión en renta fija, accede a esta entrada de Escuela de Inversión y te lo explicamos de la mano de su responsable, Luis Merino.