Para responder a esta pregunta hay que tener claro el objetivo de la inversión y el horizonte temporal que se dispone para alcanzarlo.
Es la pregunta del millón cuando uno va a invertir su ahorro y se para a pensar en estrategias de inversión para sacarle la mayor rentabilidad al dinero. ¿A corto o largo plazo?
Para responder a esa pregunta y definir las estrategias de inversión, lo primero que se debe hacer es tener claro el objetivo que se quiere conseguir con esa inversión. ¿Mantener el actual nivel de vida durante la jubilación? ¿Comprar una vivienda? ¿Financiar los estudios de los hijos? ¿Viajar? Una vez concretado el objetivo, se tiene que establecer un horizonte temporal, es decir, el tiempo del que se dispone para alcanzar esa meta.
A efectos de definir las estrategias de inversión, no es lo mismo que queden tres años para que tu hijo comience la universidad, que una década. De este modo, si falta menos de un trienio, la inversión es considerada de corto plazo por lo que conviene ser más conservador y cauto con el dinero para garantizar, al menos, el capital inicial y no registrar pérdidas. En este sentido, la renta variable no es el activo más recomendado ya que a corto plazo está sometido a las connaturales oscilaciones del mercado bursátil, por lo que hay más riesgos de que la inversión se pueda ver disminuida en ese plazo.
A partir de tres años, ya podemos hablar de inversión a largo plazo en nuestras estrategias de inversión y es cuando podemos considerar la renta variable como una buena opción, ya que es el activo más rentable cuando se dispone de un horizonte temporal amplio. El tiempo es el principal aliado de las inversiones pues permite suavizar esas correcciones (volatilidad) connaturales de los mercados.
Estrategias de inversión: ¿qué tipo de fondo de inversión elegir?
Una vez definido tu horizonte temporal, y en función también de tu perfil riesgo, podemos concretar en nuestras estrategias de inversión el tipo de fondo en el que poner a trabajar el ahorro. Los fondos de inversión mixtos reparten la cartera entre activos de renta variable y renta fija. La renta fija aporta estabilidad al ahorrador al invertir en activos como bonos, letras del Tesoro, obligaciones o pagarés, cuya fluctuación es más suave que la de las acciones.
Los fondos de inversión de renta variable son aquellos que invierten la mayor parte de la cartera o el 100% en acciones. Este activo es el más rentable a largo plazo por el beneficioso impacto del interés compuesto, por el que los intereses generados por el gestor en sus estrategias de inversión se van acumulando en el capital inicial año tras año, aumentando de forma exponencial la inversión a largo plazo. En nuestro blog puedes profundizar más sobre por qué la renta variable es un activo a largo plazo.
En caso de no disponer de un horizonte temporal amplio, es recomendable alejarse de los activos de riesgo. Podemos optar directamente por la liquidez o por fondos de inversión de renta fija, cuya rentabilidad fluctúa en función de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) y que actualmente están en el entorno del 0%.
Te invitamos a que conozcas más sobre las estrategias de inversión de santalucía ASSET MANAGEMENT con nuestra Carta Trimestral de finales de año, donde también puedes saber cómo se comportaron nuestros fondos de inversión en la recta final del ejercicio y los factores que van a marcar el arranque de 2020. Asimismo, en nuestra sección “La visión del equipo” podrás tener análisis de primera mano de nuestros gestores.