En el tercer trimestre hemos tomado posición en una de las marcas más poderosas y rentables en nuestro fondo Santalucía Quality Acciones.
Ferrari es uno de los principales fabricantes mundiales de automóviles deportivos de lujo; símbolo de exclusividad, rendimiento e innovación. Fundada por Enzo Ferrari en 1939 y con sede en Maranello, Italia, la compañía diseña, fabrica y vende coches deportivos en más de 60 países a través de una red global de concesionarios cuidadosamente seleccionados.
Su identidad está estrechamente vinculada a su legendario equipo de Fórmula 1, la Scuderia Ferrari, el más exitoso de la historia, con 16 títulos de constructores y 15 de pilotos. La F1 no solo refuerza su posicionamiento de marca, sino que también actúa como laboratorio de innovación tecnológica para sus modelos comerciales.
Empresa de lujo, más que automovilística
Pero Ferrari es, ante todo, una marca de lujo más que un fabricante de automóviles. Su marca representa un ideal de pertenencia, rendimiento y diseño italiano. La compañía ha sabido construir un ecosistema cultural y emocional alrededor del concepto de los Ferraristi (clientes y admiradores que sienten una conexión profunda con la marca, más allá del producto en sí). De hecho, en 2024 el 81% de las ventas correspondieron a clientes existentes, lo que demuestra la fidelidad de su base y el fuerte sentido de comunidad entre los Ferraristi.
El poder de Ferrari reside en su exclusividad y control de la oferta: no produce para cubrir la demanda del mercado, sino para mantener la escasez y el deseo. Este principio se refleja en su máxima estratégica: “Different Ferraris for different Ferraristi, different Ferraris for different moments”.
Por eso, aunque compite técnicamente en el sector automovilístico, Ferrari se analiza bajo las métricas del lujo: márgenes brutos y operativos excepcionales (del 50% y 28,3%, respectivamente), una rentabilidad sobre el capital invertido del 30% y un CAGR de ingresos del 12,1% en los últimos cinco años. Mientras los fabricantes de automóviles tradicionales se guían por la escala y la eficiencia industrial, Ferrari gestiona su producción de manera artesanal (unos 13.000 coches anuales) para garantizar la excelencia del producto.
Crecimiento estructural
Además, la industria del lujo disfruta de amplias tendencias de crecimiento estructural:
• Aumento de clases altas y medias en economías emergentes, que amplía la base potencial de clientes de lujo.
• Relevo generacional y mayor presencia en redes sociales, que fortalecen el atractivo aspiracional de la marca entre públicos más jóvenes.
• Transición hacia modelos híbridos: la demanda de híbridos crece con fuerza, especialmente en China, donde estos modelos de Ferrari están ya agotados.
Expectativas
Una de las características más atractivas del modelo Ferrari es su extraordinaria visibilidad de ingresos futuros: el libro de pedidos para 2026 está completamente cubierto y, según las presentaciones de resultados de 2025, los pedidos de 2027 están también prácticamente completos, reforzando la solidez de la demanda a largo plazo.
En conclusión, Ferrari representa una de las marcas más poderosas y rentables del mundo, sustentada en una estrategia de exclusividad, control de la oferta y fidelización emocional de sus clientes. Su visibilidad de pedidos, sus márgenes comparables a las grandes casas de lujo y su capacidad de crecimiento estructural a largo plazo hacen de Ferrari un activo único, capaz de combinar tradición, innovación y rentabilidad sostenible.


