Muchas veces, nos parece que la inflación es solo ‘cosa de las noticias’. Craso error. Todo ciudadano debe tener en cuenta este indicador a la hora de invertir. Su efecto tiene consecuencias, no solo sobre nuestro poder adquisitivo en el día a día, sino en nuestros ahorros a medio y largo plazo.
La inflación mide mensualmente la subida continuada y generalizada de los precios de bienes y servicios de un país durante un año. Para medirla se utiliza el Índice de Precios al Consumo (IPC), que refleja el crecimiento porcentual de los bienes de primera necesidad que componen la cesta de la compra y de los servicios más demandados.
La fórmula matemática aplicada da un porcentaje en función de la oferta y la demanda y refleja si la vida se encarece o abarata, si se tiene más o menos poder adquisitivo.
El efecto de la inflación sobre nuestros ahorros provoca que el dinero valga menos con el paso del tiempo. Como ejemplo, podemos pensar en lo que valía una entrada de cine o el pan hace décadas.
El impacto de la inflación sobre el ahorro
Aterrizamos la teoría a la práctica. ¿Cuánto valen hoy 10.000 euros ahorrados hace 30 años? Usemos la calculadora de actualización de rentas con el IPC general del INE. El resultado a cierre de 2019 supone que esa cantidad equivale a 22.360 euros por el impacto de la inflación (tasa de variación del 123,6%).
Lo que nos dice este ejemplo es que el coste de la vida se ha duplicado en este periodo y hoy necesitamos el doble que hace tres décadas. Dicho de otro modo, si ese dinero lo hubiésemos inmovilizado guardándolo en una cuenta corriente bancaria, habríamos perdido el 55% del poder adquisitivo de nuestros ahorros.
Por eso se habla del monstruo de la inflación o que la inflación es el mayor enemigo del ahorro. Para combatirla hay que invertir ese dinero con un objetivo mínimo: batir la inflación.
La inversión, el método para combatir la inflación
A la hora de invertir, debemos tener presente que el IPC se descuenta de la rentabilidad del producto, por lo que hay que invertir atendiendo a los niveles de los precios con un horizonte temporal amplio. ¿Por qué? Porque si comenzamos a ahorrar en un periodo de baja inflación, y partimos de esa tasa, el efecto que calculemos no será el real.
Este indicador sube y baja. La inflación media en el largo plazo tiene un efecto mayor sobre nuestros ahorros que el estimado inicialmente. Lo más recomendable es hacer el cálculo descontando una inflación media anual del 2%, que es el objetivo que se marca el Banco Central Europeo (BCE).
Fondos de inversión para batir la inflación
Atendiendo a esto, a la hora de invertir ese ahorro hay que seleccionar fondos de inversión que generen una rentabilidad capaz de batir la inflación en el periodo en el que estamos invertidos.
Hoy por hoy, el activo más rentable a largo plazo es la renta variable gracias al efecto del interés compuesto. En un fondo de inversión de renta variable, los intereses generados se van acumulando anualmente en el capital inicial invertido. Al capitalizarlos, va aumentando de forma exponencial la inversión a largo plazo, lo que ayudará a batir el impacto de la inflación.
Según la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), el año pasado los fondos de inversión registraron la mejor rentabilidad acumulada de la serie histórica, superior al 7%, y los fondos de renta variable, por encima del 10%, mientras que la inflación cerró 2019 en el 0,8%.